El Desapego Saludable: Aprender A Soltar Con Amor - Español
By:
Milzys Romero
On
13/10/2025Reading time:
12 min
Summary:
Soltar no es olvidar, es honrar con amor. Este texto nos invita a liberar lo que ya cumplió su ciclo —objetos, recuerdos, incluso emociones— para abrir espacio a lo nuevo. Porque cuando soltamos desde la calma y el agradecimiento, la vida nos sorprende con lo que realmente necesitamos.

Todo tiene su ritmo
El desapego no significa olvidar, ni dejar de amar. Significa aprender a soltar, poco a poco, a nuestro propio ritmo. A veces soltamos a una persona que ya no está, y otras veces soltamos cosas que ya cumplieron su ciclo en nuestra vida. Cuando se trata de la partida de un ser querido, es imposible que al día siguiente queramos sacar sus cosas. Cada objeto parece un pedacito de su presencia, y el corazón todavía no está listo. Pero también, cuando acumulamos objetos —ropa que no usamos, zapatos guardados “por si acaso”, cajas llenas de recuerdos, papeles o adornos que hace años no miramos— el peso se vuelve emocional. Sin darnos cuenta, los espacios se saturan, y con ellos también nuestra mente y nuestras emociones. El proceso de desapego necesita tiempo, paciencia y respeto. No hay un calendario que diga cuándo debemos dejar ir, ni una fórmula exacta para hacerlo. El momento llega de forma natural, cuando comprendemos que el amor y la plenitud no se quedan en los objetos, sino en lo más profundo del corazón
Honrar sin aferrarnos
Guardar todo lo material no significa que esa persona, o ese recuerdo, esté más cerca de nosotros. Honramos más su memoria y nuestro propio crecimiento cuando somos capaces de quedarnos con lo esencial: con las enseñanzas, los momentos y las emociones que realmente nos nutren. Eso vive dentro de nosotros, no en una prenda, no en un mueble, no en un objeto. Soltar no es olvidar, soltar es honrar con amor. Y cuando soltamos también lo material que ya no necesitamos, hacemos espacio para lo nuevo, para la calma y para la energía de lo que realmente queremos atraer a nuestra vida.


Un camino personal, pero acompañado
El desapego es un camino profundamente personal. Cada quien lo vive a su manera y en su tiempo. Pero pedir ayuda puede hacerlo más liviano. Compartir este proceso con alguien de confianza, un familiar, un amigo o incluso un especialista en organización o acompañamiento emocional, puede darnos fuerzas para decidir qué conservar, qué donar y qué dejar ir. No tenemos que hacerlo solos. El acompañamiento también es una forma de amor y de cuidado hacia uno mismo
Una práctica para iniciar
Si estamos en medio de un proceso de desapego, ya sea por pérdida o por acumulación, podemos comenzar con un gesto sencillo. Elijamos un objeto que nos transmita paz. Tomémoslo entre nuestras manos, miremoslo, y agradezcamos todo lo que representa. Luego escribamos en un diario qué recuerdos despierta en nosotros y cómo queremos honrar su significado en nuestra vida diaria. Este ejercicio nos recordará que el recuerdo, la enseñanza o el amor viven en nosotros, no en el objeto


Mini reto de la semana
Esta semana, no intentemos vaciar un espacio completo. Solo elijamos un objeto de nuestra casa que guardemos por apego y preguntemos: ¿Me conecta con amor o me genera tristeza y peso? ¿Lo uso o simplemente lo conservo “por si acaso”? Si nos da paz, lo conservamos. Si sentimos que nos ata o nos resta energía, le damos las gracias y encontramos una forma de dejarlo ir: donarlo, regalarlo o guardarlo en una caja para liberarlo más adelante
Cuando nos atrevemos a dejar ir lo que ya no usamos, esas cosas que solo ocupan espacio físico y emocional, algo hermoso sucede: se abren espacios nuevos en nuestra vida. Espacios para respirar, para crear, para recibir. Espacios para nuevas experiencias, nuevas metas y nuevos comienzos. Porque cada vez que soltamos con amor, la vida encuentra la manera de llenarnos de nuevo, pero con lo que verdaderamente necesitamos
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